A todos nos suenan los términos “natural”, “ecológico”, “sostenible”, “orgánico”, y “bio”. Los hemos visto y escuchado en multitud de productos, tanto alimenticios como cosméticos. Pero ¿sabrías decir cuál es la diferencia entre cada uno de ellos?
Un estudio de Unilever refleja que el 64% de los españoles cree que los términos ecológico, biológico y sostenibles son parecidos e, incluso, 2 de cada 10 personas consideran que son exactamente lo mismo.
En este post te explicamos a qué hace referencia cada término en concreto para que, a partir de ahora, puedas conocer un poco más qué contienen los productos que consumes.
/ Natural
Los productos naturales son aquellos que están compuestos por elementos procedentes de la naturaleza (plantas, animales o minerales). Sin embargo, en la actualidad, no existe ninguna ley que exija que todos los ingredientes de un producto tengan que ser naturales per estar etiquetado com tal. Es decir, un producto puede llevar tan solo un 10% de ingredientes naturales y ser etiquetado como natural.
/ Orgánico
Los productos orgánicos son aquellos en los que no se ha realizado ninguna intervención química en su desarrollo. En los productos orgánicos vegetales no se usan ni pesticidas, ni herbicidas ni fertilizantes químicos. En los productos orgánicos de origen animal no se usan hormonas ni antibióticos.
/ Ecológico
Este término significa que el producto ha sido elaborado siendo respetuoso con el medioambiente. Es decir, que para su elaboración se han usado procedimientos que ahorren energía, no se han usado pesticidas y se ha tenido en cuenta una buena gestión de los residuos. Para poder llevar esta etiqueta, un mínimo del 95% de los componentes del producto deben ser ecológicos.
/ Bio
Los productos bio son aquellos que no contienen ningún componente que haya sido modificado genéticamente.
/ Sostenible
Son los productos que han estado elaborados de una manera respetuosa tanto con el medio ambiente como con las personas y comunidades que han participado en todo el proceso de elaboración. Para que un producto pueda considerarse sostenible, todas las etapas de elaboración del producto deben serlo: el origen de cada una de las materias primas, el proceso de manipulación, la distribución y la política de la empresa.
Conocer a qué se refieren exactamente todos estos términos es esencial para poder comprar de manera consciente.